jueves, 12 de julio de 2012

A partir de ahora hijos de PP


El pasado martes cuando me disponía a acostarme las redes sociales me adelantaban lo que el señor Rajoy diría el miércoles 11 de julio: no tendría paga de Navidad y me subirían el IVA entre otras lindezas conocidas ya por todos nosotros a esta alturas.

Desde hace tiempo no hago más que preguntarme cuál ha sido mi responsabilidad en esta crisis, y la verdad trato de hallarla para sentirme un poco más tranquilo. Lo cierto es que no la encuentro, aunque a lo mejor cuando se refieren a que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades querían decir que mi vivienda estaba hipotecada y no tenía derecho a ella, a comprar un coche a plazo y no debía haberlo comprado, a pagarle unos estudios universitarios a mis hijos y no haberlos metido por ejemplo de peón albañil, a tomarme unas cervezas con mi parienta (sí, joder, a tomarme unas cervezas), no sé cuántas cosas más.

Pero de todo lo anterior deduzco a su vez que participé en ayudar a la economía del país: en la construcción, industria automovilística, formación de mis hijos para que tuviera este país la generación de jóvenes parados más preparados, industria hosteleras, etc. Y lo que es peor mis cuentas están en números rojos y el camino que llevan no pintan de otro color.

Entonces, claro, ese es el problema y el señor Rajoy lo ha sabido ver. Que muchos políticos de su Partido Popular (Popular me hiere el cerebro, a partir de ahora PP) metidos a banquero hayan esquilmado las distintas entidades financieras, se lo hayan llevado calentito y pidamos un rescate para solucionar esa papeleta ese no es el problema. No te joooo....roba.

Pues nada siguen echándole la culpa a la herencia recibida, que no digo que no se hubieran hecho las cosas de otra forma, que particularmente opino que hay unas minas que aún no se han explotado: Iglesia, empresas con beneficios, sociedades opacas, y un largo etc. Y entonces se acuerdan de que hay un grupo fácil de atacar: los funcionarios. Muchos sin conciencia de clase (así nos va), algunos que se creen una casta superior, otros que practicaron el matrimonio funcionarial (entre los dos sueldos no hay tantos problemas) y un largo etc., que hace imposible la unidad sindical porque encima hay sindicatos de derechas que dicen defendernos (yo no quiero que me defiendan).

Esta es la triste realidad, pero lo que la gente no se para a pensar es que somos INDISPENSABLES para que el Estado funcione y debiéramos de buscar un punto de encuentro (todos) para llevar a todos los hijos de PP al sitio de donde no debieron de haber salido.

Una última cuestión: propongo un concurso de ideas para hacerles la vida imposible a estos hijos de PP.

Saludos